Normalmente en
el vocabulario popular se denomina igualmente al pirata
y al corso, pero hay una diferencia sustancial: el corso es legal y el
pirata es ilegal, aunque la actividad en sí sea similar. De hecho
algunos corsos “legales” se
extralimitaban en sus acciones y eran
denunciados ante el batlle o
el monarca. La actividad de corso o pirata, según muchos autores,
siempre había formado parte de una forma tradicional de vida en el
mediterráneo, desde épocas antiguas, siendo una especie de mal endémico
y asumido por la población costera. El Mediterráneo se consideraba “un mar de piratas”.
El corso se puede definir como una apropiación violenta de los bienes
desde el mar, realizado en tiempo de guerra y con el visto bueno y
permiso oficial del país bajo cuyo pabellón se navega. Esta acción
armada supone unas tripulaciones que no están sujetas a los mandos
nacionales ordinarios y que recibirán, al igual que su patrón, la
recompensa adecuada en función de unas partes previamente conocidas.
Inicialmente no era necesario pertenecer a la nación que concedía el
permiso. A partir del XVIII es condicionante ser súbdito de dicho país.
Los objetivos eran variados y satisfacían, en caso de salir airoso, a
gobiernos, particulares, aventureros-mercenarios y comerciantes. Se
podrían resumir en:
- la incautación de navíos: los nuevos países y gobiernos de la baja
edad media y principios de la edad moderna tenían problemas para poder
disponer de una flota propia, por los grandes gastos que suponía. Por
ese motivo la incautación era más rentable (a principios del XVIII se
incautan en España muchas naves para formar una gran flota que partirá
de Alicante para atacar Orán en 1732).
- el equivalente a una flota propia de seguridad costera, mediante
licencias a particulares.
- el debilitamiento del poder naval del enemigo.
- la incautación de mercancías y debilitamiento de las redes
comerciales marítimas del competidor (políticamente podía ser
competidor o enemigo un país musulmán o cristiano como genoveses,
provenzales, etc.).
- el saqueo de las poblaciones costeras, forma de compensar a las
tripulaciones.
- el aprovisionamiento de esclavos para un lucrativo comercio.
- una fuente de ingresos (en ocasiones a gran nivel lo que permite un
ascenso social) a navegantes con flotilla propia, o complementarios a
poblaciones costeras (pequeño nivel).
A grandes rasgos se puede hablar de diversos tipos de corsos según la
potencia dominante, las rutas comerciales y los pactos de no agresión
existentes:
a) corso cristiano
(aragonés) hasta finales del XIII, especialmente entre 1295 y 1309
(poderío de Aragón sobre el norte de Africa).
b) corso musulmán:
se produce un aumento en el XIV (1310-1330: auge de la flota nazarí
contra los intereses de Aragón que se habían inclinado económicamente
hacia Italia) (Diaz Borrás habla del enfrentamiento cristiandad-Islam
llevado al mar).
c) corso
alternativo (cristiano y musulmán) en el XV.
d) corso
“anti-Aragón” (musulmán, provenzal y genovés) a mediados del XV.
e) corso cristiano,
a pequeña escala, principalmente defensivo, por parte de las
poblaciones de la costa frente al…
f) corso
berberisco norteafricano durante el XVI.
EL CORSO
CRISTIANO
La “salida en corso” estaba
legalizada mediante la “patente de
corso”. Se trataba de un documento que se podía hacer “patente” (se podía presentar y
comprobar) de “corso”
(del latín cursus=carrera). Este documento era otorgado por el batlle
general (en nombre del monarca) y en él se regulaba el tipo de presas,
las épocas de corso, el reparto del botín,… (p.e. el tercio vizcaíno:
un tercio para vituallas y municiones, otro para el navío y artillería
y otro para armador y tripulación).
El poder existente lo permitía siempre y cuando actuara contra estados “considerados enemigos”.
El patrón de la nave se comprometía a no atacar a los súbditos de
Aragón (no siempre se cumplía), debía pagar una fianza ante el batlle para que sus presas fueran
consideradas “de buena guerra”
(y por tanto fuera legal su venta posterior) y recibía un salvoconducto
que le permitía volver a puerto. La rivalidad entre la Gobernación de
Valencia y la de Orihuela (que debía controlar el puerto de Cartagena,
auténtica base logística para cualquier corsario que actuaba por libre)
fue muy grande por el control del corso y su buena rentabilidad.
La acción corsaria era desarrollada tanto por turco-berberiscos, como
por cristianos. Cada uno de ellos tenía una zona de influencia. Son
conocidos documentalmente los corsos de la Orden de Malta (lo
practicaban en el mediterráneo oriental con gran éxito “comercial” en
el XVII), de franceses, genoveses, ingleses, provenzales, portugueses…
En el caso musulmán el imperio turco lo utilizará para contrarrestar a
la casa de los Haugsburgo y pactará con los berberiscos para ayudarles
en el norte de Africa y en el rescate de moriscos españoles.
Ya en el Código de las Siete Partidas (Partida III) Alfonso X se puede
interpretar una justificación al indicar el mar y las actividades que
se consideran importantes para la vida cotidiana del reino. En ella se
dice que “las cosas que comunalmente
pertenecen a todas las criaturas que biven en este mundo son estas (…)
el mar y su ribera (…) todo ome se puede aprovechar de la mar e de su
ribera, pescando, o navegando, e faciendo y todas las cosas que
entender e que a su pro son”.
Lógicamente todos los reinos y estados costeros (Castilla, Venecia,
Marsella, Barcelona, Valencia…) desarrollarán una legislación que al
mismo tiempo defienda, proteja y custodie su zona litoral, matizando
situaciones de paz y o de guerra. En la zona del reino de Valencia ya
fue regulado el corso cristiano en el XIII, en época de Jaime I (en el
Furs, en los Privilegios y en el Llibre del Consolat del Mar). En
el XIV los desarrolla Pedro IV y en el XV tiene su mayor apogeo. El
puerto de Alicante, según los estudios de Hinojosa, tiene su mayor
rentabilidad en la primera mitad del XV. Será normal ver nobles que
arman flotillas para actuar en corso (p. e. el Duque de Gandía, Joan
Roiç de Corella...).
Aunque no lo parezca desde la óptica del siglo XXI el sistema del corso
sigue vigente hasta finales del XIX y principios del XX. Veamos una
pequeña cronología sobre la normativa
del corso y la defensa de las costas:
XIII |
Jaime I: lo regula en el Furs,
Privilegios y Llibre Consolat del Mar |
XIV |
Pedro IV lo regula en el reino de
Aragón |
XV |
Éxito
comercial puerto Alicante |
XVI |
Proyectos
defensivos: Cortes de Monzón
(1528), Bernardino de Cárdenas-Duque
de Maqueda (1552), Vespasiano Gonzaga (Virrey
de Valencia 1575-78), Antonelli
(1562) |
1552 |
Cortes de Valencia (Duque Maqueda,
virrey): impuesto seda para
construir torres vigía y guardas de la costa |
1557 |
Arrufat (en el informe a Felipe II
propone):
-
reforzar las murallas Alicante, torre
Sta. Faz.
-
obligar a particulares a construir
torres refugio en huerta y finalizar las iniciadas.
-
concretar las milicias urbanas
(para Alicante y Huerta) con exenciones
fiscales siendo jefe un caballero (había 82 en Alicante) que a veces
pagaba a sus expensas. |
1564 |
Se desestima el proyecto defensivo de
Antonelli (muy caro) |
1595 |
El
Duque de Denia (virrey de Valencia) es partidario negociaciones con piratas |
XVI |
Creación
de la compañía oficial que
vigila costa Alicante (sede en La Vila, Altea, Sta. Faz) |
1615 |
Regulación
oficial nacional del corso “cristiano”
(contra enemigos de la Monarquía) |
1662 |
Se
organiza una milicia oficial,
no popular |
1808 |
Guerra
Independencia: es legal el corso
contra los barcos franceses |
1856 |
Queda abolido “el
corso”
(Congreso de París) |
1908 |
España
firma la abolición |
La actividad
era muy lucrativa. Inicialmente el objetivo principal era
el debilitamiento de las redes comerciales “enemigas” (p. e.
interceptar sus barcos de trigo). Tuvo el apoyo de la monarquía (Felipe
II cede en las Cortes de Monzón 1560 sus ingresos del quinto real para
favorecer el corso cristiano) y también interesó los particulares
(buena rentabilidad en la venta como esclavos). En todos los casos el
beneficio para el puerto receptor era considerable: por un lado el
corso pagaba impuestos por su mercancía al desembarcar: pagos al batlle
y al rey (el quinto real deducido de los beneficios obtenidos por las
ventas) y también por los rescates posteriores (si se realizaban en el
mismo puerto tenían que abonar impuestos).
También hubo corsos “ilegales”
(tenían por base Cartagena, más
permisiva en cuanto la formalidad de las licencias y patentes) y de
esta forma evadían impuestos (lo que ahora se llamaría “paraíso
fiscal”). Hacia 1420 fue famosa la “galeota de Alicante” por sus
acciones. En 1427 una galeota del Duque de Gandía atacó la torre del
Cap de l’Aljub (Santa Pola). A mediados del XV un corso “legal”
valenciano (Francesc Navarro) equipado con dinero oficial, se dedica al
corso entre las poblaciones levantinas. Las actas de los Concejos
Municipales tienen muchas reclamaciones dirigidas al rey por haber sido
víctimas las localidades o las personas por la acción de un corso de
reino o localidad aliada. Finalmente la intervención del rey o baile
era efectiva.
LOS ESCLAVOS
Paralelamente
se produce el comercio de esclavos y su posible redención
(justificación de la Orden de los Mercedarios fundada en 1218 y la de
los Trinitarios, fundada en 1599). Las redenciones eran escasas y el
esclavo tenía pocas posibilidades de ser rescatado (alto precio). Su
condición era
“legal”
si declaraba que había sido apresado
“en
buena guerra” aunque este término tenía su enfoque subjetivo (p.
e. el
musulmán siempre es enemigo del cristiano). Los cautivos musulmanes
eran muy apreciados en nuestra zona y su destino era doméstico o
familiar.
Las expectativas de los esclavos eran:
a)
ser reclamados oficialmente
ya que habían sido capturados de forma
pirata, en época de paz y eran súbditos de un reino aliado. Normalmente
eran devueltos.
a)
huir de Argel (muy
difícil). En la realidad, el aislamiento
geográfico de la zona hacía la huida de Argel casi imposible, por lo
que la esperanza colectiva de los cautivos era que desde España se
enviase una flota a liberarlos. Sin embargo, tras la pérdida desastrosa
de 12.000 hombres y 150 barcos en una expedición demasiado costosa
lanzada por Carlos V en 1541, nunca se volvió a emprender ningún gran
ataque por mar contra las ciudades corsarias del Magreb, que para el
imperio español y otras potencias europeas eran sólo una molestia menor
del orden público y no se planteaban exterminarlas militarmente.
b)
renegar de la fe, al pasar
varios años y perder toda esperanza de
liberación. De ese modo no recibían la libertad pero sí mejoraban sus
condiciones de vida. En el caso de volver a su país se les consideraba
“renegados” y potencialmente
no fiables. Los tribunales inquisitoriales
se aseguraban de que los renegados que regresaban para reincorporarse a
su país de origen pasaran un largo proceso de reinserción, que solía
convertirse un año de confinamiento en un convento para afianzar la fe
de los regresados voluntarios, o en condena perpetua a galeras en caso
de ser piratas renegados apresados en acción.
c)
ser redimidos o rescatados:
algo factible sólo para algunos pocos de
familia acomodada. El resto de los cautivos confiaba únicamente en la
caridad organizada de órdenes religiosas. Dar limosnas para el rescate
de cautivos era considerado una obra de caridad según la Iglesia
|
Karedin Barbarroja |
|
Barco de la época |
LOS MORISCOS
Es un grupo de
población que se incluye en este apartado por su
relación con las incursiones corsarias de los berberiscos. Conviene
situarse en el contexto histórico para comprender sus actuaciones. Es
un tipo de población musulmana que en la época de los Reyes Católicos
se convierte o es obligada a convertirse al cristianismo por decreto
real (14-2-1502) siendo considerado “cristiano
nuevo”, lo cual no
implicaba precisamente una buena carta de presentación (los méritos
para muchos cargos era ser “cristiano
viejo”).
La mayoría de ellos, en nuestra zona, se dedicaba a la agricultura, al
pequeño comercio o artesanía. Su actitud hacia el conquistador
cristiano (que había sido de buena convivencia hasta final del XV) y su
legislación cultural y religiosa provocará la rebelión de las
Alpujarras.
En nuestra zona los moriscos buscan ayuda exterior (Francia,
Inglaterra, Berbería...) a cambio de cederles algunas localidades. En
última instancia la connivencia con el berberisco era a cambio de ser
trasladados al norte de Africa.
Con los datos de Gerardo Muñoz Lorente ésta sería una síntesis de la
situación:
Persecución
por parte de la Inquisición
(los encarcela e incluso los lleva a la hoguera) |
1519-1523 |
Represiones
contra moriscos tras la guerra de las Germanías,
y normativa por la que se les obliga al alejamiento de media legua de
la costa (1527) |
XVI |
Construcción
muros ciudad Alicante con dinero de la guerra Germanías y propiedades
requisadas a moriscos de San Juan |
1563-1588 |
Se les
considera sospechosos de deslealtad:
en consecuencia el
cristiano
nuevo no puede llevar armas (Felipe II) bajo pena de muerte,
galeras o confiscación de bienes |
Un
morisco no puede formar parte de los guardas de la costa (atajadores) |
1570 |
Rebelión
de moriscos en las Alpujarras: los cristianos viejos
aprovechan
para ir a apoderarse de los moriscos derrotados para convertirlos en esclavos
y hacen lo mismo con los moriscos que emigran a Valencia |
1584 |
- Fuegos en
la Aitana y valles de La Montaña para avisar a corsarios y
poder ser embarcados.
- Negociaciones fallidas (moriscos de Senija y Guadalest) con el
Gobernador de Argel para darle Benisa y dinero a cambio de ser
embarcados.
- Moriscos de Callosa d’En Sarriá ayudan a corsarios en el ataque a la
localidad a cambio de embarque. |
1605 |
Fallidas
conspiraciones
de moriscos pidiendo ayuda a Francia e Inglaterra |
1609 |
Octubre:
migración 20.000 moriscos al Vall de Laguart (hasta ese momento vivían
900). Tienen problemas de subsistencia y los pueblos cercanos les
atribuyen robos.
Noviembre:
un ejército procedente de Valencia se enfrenta a ellos en la mal
llamada batalla (muy desigual) de Petracos, donde mueren 1500 moriscos. |
1609-1616 |
Expulsión de los moriscos (118.000
en las 3 provincias) |
|
Expulsión de los moriscos (Vicente Carducho) |
CRONOLOGÍA
DE
ATAQUES Y ACTUACIONES
En los estudios
de Hinojosa sobre la piratería y corso en la zona
levantina, documenta 111 avisos, solamente en el período 1400-1480,
remitidos a los jurados de Valencia para que ordene la defensa, la
reclamación o avisen a otras zonas. Normalmente los avisos solían
llegar principalmente a Cullera a través de embarcaciones que habían
avistado bajeles o flota procedente de Berbería. El aviso era
trasladado a Valencia donde se seguía un protocolo y se emitía una
orden de defensa o protección.
Relación de los principales ataques y
actuaciones cristianas y
musulmanas:
1284 |
Albesa, de
Alicante, ayuda al rey Pedro contra el
rey francés. Con su bajel atacó a varios bajeles franceses cargados de
vituallas y ropas |
1333 |
Ataque pirata en Alicante (4
pescadores son
llevados como cautivos) |
1386 |
Ataque al Monasterio de N. Sra.
de los Ángeles
(Alicante) |
1410 |
Ataque moro a Benidorm |
1423 |
El moro Damnat (de Almería)
saquea la Huerta de
Alicante (personas y enseres) después de haberlo hecho en Ibiza y Denia |
1427 |
Un noble alicantino propone a la
ciudad de Elche la
construcción de una torre vigía en la isla de Santa Pola (Tabarca) para
evitar
las muertes y cautiverios que hacen los moros viniendo por mar en
barcas contra
los cristianos. No se hizo la obra pero se reforzó la torre del cabo de
Santa
Pola (torre de L’Aljub, a nivel del mar) |
1432 |
Una flota de 23 galeotas ataca
Guardamar |
1447-8 |
Nuevos ataques a la zona de
Benidorm |
1460 |
Embarcaciones provenzales
preparan un ataque a
Alicante desde Tabarca |
1462 |
Desembarco de moros en Altea |
XIV-XV |
Diversos asaltos a la torre de
Cap de l’Aljub en Santa
Pola |
1509 |
Alicante aporta bastimentos para
la guerra en
Africa. El alcalde de Donseles devuelve el préstamo con muchos
intereses que se
destinan a la construcción que se está realizando de la iglesia de
N.Sra. de
Gracia |
1510 |
Fernando el Católico hace Cortes
(Aragón-Cataluña-Valencia) y pide “algunas cantidades para hacer la
guerra
contra Africa” teniendo la investidura del Pontífice de cuanto
pudiese ganar en
ella. Obtiene 500.000 ducados. Conquistan Bujía y se acuerda que pague
un
tributo Argel y Túnez. Se restituyen los cautivos “que eran muchos” |
1516 |
Barbarroja se instala en Argel |
1518 |
Barbarroja ataca Alicante y Denia |
1526 |
Ataque a Callosa d’En Sarriá y
embarque de moriscos
(del Vall de Guadalest) |
1529 |
Una escuadra de Argel ataca
Valencia y Oliva,
embarca moriscos de Murla y Parcent y derrota a la escuadra cristiana |
1532 |
Barbarroja es atacado en Túnez |
1533 |
Ataque fallido de Barbarroja |
1528-35 |
Carlos V realiza diversos pactos
con los genoveses
(embarcaciones y mercenarios) para la defensa de la costa mediterránea
española |
1534 |
Karedín, el menor de los
Barbarroja, es nombrado
almirante de la escuadra turca, se apodera de Túnez y pacta con Francia
para
atacar las costas españolas y el comercio de Aragón con el norte de
Africa |
1535 |
Carlos V, con 65 galeras,
conquista La Goleta y
Túnez. Posteriormente concederá a los genoveses la isla de Tabarca (la
tunecina) y su explotación coralina |
1538 |
Ataque berberisco frustrado a
Villajoyosa |
1541 |
Carlos I fracasa en el intento
de conquista
de Argel (sede de Karedín Barbarroja) |
1543 |
Una escuadra ataca Villajoyosa y
la Huerta de
Alicante |
1550 |
Dragut, sucesor de Barbarroja,
ataca San Juan con
27 bajeles. Los vecinos se refugian en la torre Maigmona “que pocos
años a cayó
de vieja” (Bendicho). Los refugiados son salvados “milagrosamente”
por una viga
que cae del techo y bloquea la puerta. Muere el batlle Pedro Bendicho |
1552 |
25 embarcaciones argelinas
atracan en la playa del
Pinet para recoger a los moriscos del arrabal de Elche, pero no lo
consiguen |
1552 |
Se aprueba en Cortes que el
impuesto de la seda se
dedique a la construcción de torres vigía (siendo el Duque de Maqueda
Virrey de
Valencia) |
1557 |
Bando similar a un toque de
queda del Duque de
Maqueda. No se negociará rescate en favor de aquellos que no obedezcan
el bando |
1557 |
Desembarco de 17 galeras. Desde
el “Tusal de Mañes”
(Tossal de Manises) disparan sobre la torre de “Nicolás Pina” y
“torre Roxa”.
De la ciudad salen 500 hombres y les hacen retirarse en La Albufereta
(Bendicho) |
1557 |
A raíz del informe de Arrufat se
decide reforzar
las murallas de Alicante, la torre del Monasterio de Sta. Faz y obligar
a los
particulares a construir torres de defensa en la Huerta y a finalizar
las ya
iniciadas. Se declara obligatorio (en caso de peligro) que todas las
mujeres y
los niños de la Huerta durmiesen en dichas torres o en el Monasterio |
1564 |
El gran proyecto defensivo de
Antonelli, siguiendo
órdenes de Felipe II para proteger el litoral, queda en suspenso por el
alto
coste (los gastos debían ser pagados por las propias localidades) |
1565 |
Victoria cristiana en Malta. Los
ataques
berberiscos son escasos y aumentan los corsos cristianos. La victoria
de
Lepanto ralentiza temporalmente los ataques |
1581 |
Ataque berberisco a Callosa d’En
Sarriá. Embarcan
moriscos del Valle de Guadalest |
1582 |
Se ordena la entrega de 50
libras para la
construcción de una nueva torre en el convento de Santa Faz |
1584 |
Ataque a Alicante y Huerta |
1595 |
El Marqués de Denia retira el
bando de 1557 (se
podrá negociar con los piratas) |
1601 |
Naves argelinas se instalan en
Tabarca y realizan
diversos ataques. 52 galeras se reúnen en Alicante para atacar Argel.
Se
disuelve la flota en Ibiza |
1609 |
Son apresados en Tabarca 24
hombres del duque de
Maqueda que había vuelto a a recoger un perro muy apreciado por el
duque en sus
cacería de conejos en la isla |
1615 |
Publicación de una orden real
regulando la
actuación del corso cristiano. Se legaliza oficialmente lo que hasta la
fecha
eran licencias particulares |
1637 |
Siete galeras argelinas atacan
Calpe y se llevan
cautivos a los habitantes |
1643 |
Ataque a S. Juan. Son 430 moros,
expolian la
iglesia y se llevan 108 mujeres, 42 niños y 83 ancianos (Sala Pérez, en
“Crónica de S. Juan”
1924). Se producirá una reacción popular
persiguiendo a
los atacantes y consiguiendo vencerlos en la “batalla de la Pasión”,
zona
situada entre Benimagrell y la playa |
final
XVII |
Los ataques ya no son corsos.
Serán de las escuadras francesa e
inglesa, por diversas guerras europeas |
1732 |
Se prepara en Alicante la armada
que saldrá a la
conquista de Orán perdida por el Tratado de Utrech de 1708 (en
realidad, según
el profesor Alberola, es más para intimidar a los ingleses que desde el
Tratado
controlan Menorca y Gibraltar) |
1770 |
La repoblación de la actual
Tabarca, realizada con
los genoveses cautivos en Argel y redimidos por Carlos III, procedentes
de la
Tabarca tunecina, impedirá a partir de ese momento el uso de
dicha isla para acciones del corso |
|
Isla Plana, isla de Santa Pola: base de ataques corsarios hasta que es repoblada en 1770 con genoveses procedentes de la isla Tabarca, frente a Túnez, y liberados por Carlos III. Se le llamó Nueva Tabarca (en la parte superior se aprecia la torre de San José) |
LA DEFENSA DESDE EL XVI
La actuación corsaria procedente del norte de Africa era un hecho
normal en el XV que se acentúa en el XVI y primera mitad del XVII y por
tanto es un tema importante que se debate en las Cortes Valencianas en
busca de soluciones. Del rey Felipe II se obtiene la licencia para
destinar lo recaudado por el impuesto de la seda en el reino de
Valencia para la defensa de la costa (construcción de torres, pagos de
guardas…). En el caso del reino de Murcia las torres de la costa se
amortizarían con el impuesto del pescado y el ganado. Inicialmente en
las Cortes de 1552 se aclara que la guarda y protección debía ser
“…per terra e no per mar”.
A pesar de lo indicado, en 1557 el Síndico de Elche ya refleja en su
informe el peligro corsario que utiliza la isla Plana (la actual
Tabarca) ya que
“hay embarcaciones
de moros escondidas en dicha isla,
que cogen y capturan bajeles y navegantes que pasan entre tierra firme
y la isla y los que pasan por el mar de cuando en cuando”. Será
en 1557
cuando se refuerce en Tabarca una antigua torre defensiva del XIV
Sin embargo en algunas ocasiones (1590 y otras) se recurre al Rey para
conseguir el apoyo y ayuda de la flota de galeras. Todavía entre
1749-69, durante el reinado de Carlos III se forman periódicamente
flotas navales para perseguir a los corsarios procedentes de Argel,
aunque ahora los ataques ya son más en mar abierto y no en las
poblaciones costeras.
Hasta que se estableció una red de torres vigía, que a su vez avisaban
a las torres refugio y localidades colindantes, la defensa consistía en
un mensajero que entregaba el aviso a las autoridades y corría a
caballo de localidad en localidad, hasta llegar a Valencia, corriendo
la voz de alarma. Los jurados de Valencia emitían la orden de defensa o
salida de barcos. La obligación de cada localidad era la de pagar al
mensajero su servicio, ya que en caso contrario el jinete no continuaba
y el aviso no llegaba a Valencia. En otras ocasiones el aviso llegaba
por los propios navegantes que habían observado movimiento de barcos
corsarios preparando un futuro ataque.
Para eliminar el colaboracionismo se publicaron una serie de ordenanzas
con el fin de evitar que los moriscos (recluidos en muchos ocasiones en
barrios como el
“Ravalet” de
Mutxamel o población agrícola mayoritaria
“Las Marinas”) se acercasen a
la costa.
A) DEFENSA MARÍTIMA
En época de los Reyes Católicos la flota de defensa más importante en
la zona mediterránea era la flota catalana. Sin embargo los reyes
prácticamente la suprimen por sugerencia de la Iglesia, que veía en las
galeras una especie de infierno (según González Arpide) pues morían la
mayoría de los condenados. Esto supondrá automáticamente una
desprotección costera que facilitará las actuaciones de los diversos
hermanos Barbarroja hasta mediados del XVI.
Hacia finales del XVI se intenta formalizar la existencia firme y
constante de una flota de galeras que atienda la costa del reino de
Valencia y no esté supeditada al paso itinerante de la flota real que
cubría un amplio espacio (desde Italia, Cataluña hasta Cartagena).
Las Cortes Valencianas intentan regular la situación proponiendo el
número de galeras (cuatro), los servidores (los condenados a galeras
del reino de Aragón), los oficiales (de la Orden de Montesa), el
problema de la amortización de gastos ya que quedaba a expensas del
reino (soluciones sugeridas: supresión de la caballería de la costa,
nuevos impuestos sobre tabaco, seda, monopolio del esparto, quema de
productos extranjeros…) y matizar que dichas galeras fueran estables
en la zona y no estuvieran al servicio real para problemas nacionales
(otras guerras).
Después de muchas consultas y propuestas alternativas el proyecto no se
lleva a cabo de forma oficial como
“escuadra
real”. Solamente aparece
como tal, entre 1618-1620 la escuadra de Denia (4 galeras) que obtienen
un gran botín (1619) en su corso sobre las costas de Berbería.
Sin embargo la solución normal era la actuación de particulares que
“salían en corso”, práctica
habitual, a pequeña o gran escala, según
las posibilidades del pequeño pescador o armador. En el reino se
conceden licencias particulares, bien como revancha de ataques sufridos
(Calpe, Callosa…), bien como complemento a la economía familiar
(Villajoyosa) o bien como negocio lucrativo (que al mismo tiempo
“limpiaba la costa” y daba seguridad
“para que los extranjeros se
animaran a venir a estos Reynos”).
En algunas ocasiones lo importante era el botín y no tanto el
“enemigo”. En 1553 una nave
francesa, procedente de Alejandría, es
atacada por varias galeras españolas, avisadas de antemano, con lo que
solucionan sus problemas económicos de mantenimiento.
Toda la función del corso estaba perfectamente justificada: los
beneficios venían por la apropiación de embarcaciones y sus mercancías,
liberación de galeotes cristianos, venta de esclavos, seguridad en la
costa, impuestos en los puertos, beneficios económicos para los
armadores y tripulación...).
La actuación de particulares deseando
“actuar
en corso” necesitaba una
licencia que no siempre era concedida. En enero de 1615 Francisco
Imperial, de Alicante, es avalado por dos capitanes que actuaban en
corso, uno de ellos de Alicante, justificando que con su presencia en
el mar no se les habrían escapado otros navíos. También lo avala el
propio Virrey y el Consejo de Aragón. La decisión final estaba en manos
del Rey (lo concedió en mayo 1615 con la normativa general para todo el
territorio).
En mayo de 1615 se publica una orden, a nivel nacional, en la que se
regula oficialmente lo que ya era un hecho a nivel particular, con o
sin licencia. Las normas para quienes
“salgan
en corso” contra los
enemigos de la Monarquía (esto incluye un abanico más amplio que los
berberiscos y turcos). Se concreta el tamaño de las embarcaciones, la
fianza que debe dejar el armador a la ciudad, la jurisdicción civil y
criminal que el armador tiene sobre su tripulación tanto en tierra como
en mar, la actuación con la presa (se solía aplicar sobre mercancías y
esclavos con el botín el llamado
“tercio
vizcaíno”: un tercio para
vituallas y municiones, otro para el navío y artillería y otro para
armador y tripulación). Inicialmente (Cortes Valencianas de 1547) una
quinta parte se destinaba al rey pero posteriormente renuncia a ella
para estimular e incentivar la acción corsaria.
B) DEFENSA TERRESTRE
a) MILICIAS
Este sistema viene de una tradición medieval de milicias urbanas a las
que hay que autorizar a llevar armas. En algunos casos eran pagadas a
las expensas del caballero que las proponía (p. e. Capitán Boasio en el
XVII, el cual edificó una torre en la huerta en 1698). Resumiendo en
una cronología encontramos los siguientes hechos:
1543
y
1556 |
Ya se
propone que haya milicias |
1557
|
Con
Arrufat (militar inspector encargado por el Virrey para informar sobre
las defensas) se concretan los soldados y gente a caballo (con
privilegio de exención de ciertos impuestos: sisa en pan, vino, carne) |
1557 |
Se ordena al capitán de la
Huerta que tenga disponibles 100 arcabuceros
y en casos de peligro que lleve la gente al convento de la Verónica
(Sta. Faz) |
1597 |
La Pragmática (con Felipe II y
por sugerencia del virrey de Valencia Marqués de Denia) crea la
milicias, con exenciones honoríficas y no fiscales (se
libran de la sisa del pan-vino-carne, hospedar soldados, pueden llevar
armas...). No pueden salir del reino |
1626 |
En las compañías de defensa de
los lienzos de la muralla de Alicante aparecen el capitán D. Pablo de
Sala Franca (actualmente la torre de Salafranca está en Sant Joan), D.
Jaime Talayero (cuyo escudo se aprecia en la torre Reixes), la saga de
los Scorcia (con el tiempo lo cambiaron por Escorcia y procedían de
Milán en el XVI; consiguieron el título de nobleza en 1608 siendo en un
futuro los Condes de Soto Ameno con las torres de Alameda y Soto: D.
Adrián Escorcia, D. Diego Escorcia, D. Julio Escorcia). La compañía de
D. Jerónimo Pascual quedaba acantonada en el llano de la Huerta.
Ayuda mutua: S. Joan y Mutxamel están obligadas a participar, entre las
dos, con 500 hombres. |
1634
y 1640 |
Alarma general ante un posible
gran ataque desde Argel. Rearme de milicias. No se produce finalmente
el ataque |
1650 |
Después de otras dos pragmáticas
se suspende la milicia |
1662 |
Se recupera la milicia pero
institucionalizada, no popular |
b) LAS
COMPAÑÍAS DE CABALLOS DE LA COSTA
- En el XVI hay en todo el reino de Valencia 5 compañías, pagadas por
la Generalitat. La más cercana estaba en Villajoyosa, que
posteriormente se desplaza a Altea y posteriormente a S. Joan (para
defender el monasterio y la huerta) y tarda bastante tiempo en volver a
su primer destino. Se encarga del control y aviso rápido de la costa,
incluso de frenar inicialmente el ataque sorpresa.
-Tienen varios altibajos de supresión y renovación.
-Con la Pragmática de 1692 se crea una unidad de caballería y terminan
la guarda de la costa. En ese momento el corso berberisco ya no actuaba
y era más problemática la actuación francesa.
c) LA FLOTA
En 1620 se suprimen las cuatro galeras guardacostas de la escuadra de
Denia.
LAS TORRES VIGIA DE LA COSTA
En 1555 la relación del Duque de Maqueda incluye en nuestra zona la
Torre de Agua Amarga, los atajadores de la ciudad de Alicante, la Torre
del Cabo de La Alcodre (Cabo Huertas), puesto de la Zofra, puesto del
Garrofer, puesto de la Isleta (Campello), puesto de la Cova del Llop
Marí. Todo ello estaba bajo las órdenes del requesidor (Guarda Mayor de
la costa) cuyo cargo recaía en los caballeros de la ciudad. Había un
requesidor de Alicante a Campello (costa) y otro de San Juan hasta
Villajoyosa.
En síntesis el sistema de vigilancia y comunicación en la zona
correspondiente a cada torre era:
- En cada torre había al menos dos guardas de a pie y dos de caballería
(atajador) pagados por el
Reino.
- Los atajadores
(soldado a caballo) (30 en la ciudad y huerta)
recorrían la costa entre torre y torre, al alba, para comprobar que no
había habido desembarco durante la noche. Se ponían en la torre una
señal de “seguro” y la gente
salía a trabajar.
- La época más peligrosa era de mayo a septiembre. En ese caso las
ciudades estaban obligadas a sus expensas a reforzar la guardia
(“doblar las guardas”) aunque
en algunos casos los gobernadores no
cumplían con dicha obligación.
- Para formar parte de los guardas de la costa era imprescindible
(1585) no tener antecedentes penales, ser cristiano viejo (había
desconfianza respecto a los moriscos como posibles colaboracionistas) y
tener buena conducta con la fe católica.
- El sistema de comunicación era mediante humareda (durante el día) y
con hoguera (noche) (dos fuegos simultáneos y levantándolos tantas
veces
como barcos avistaran). Si el corso ya había desembarcado la humareda u
hoguera era continua.
- También era factible con cañón (morterete), campana, cuerno,… En
general los avisos se llamaban “almenaras”.
- Los salarios eran pagados con el impuesto de la seda. Además si los
guardas de la torre habían dado el aviso de un navío enemigo tenían
derecho a la quinta parte del botín.
Haciendo un mapa conceptual que resumiera la costa en el XVI nos
quedaría así:
Antonio Campos Pardillos
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